Albóndigas de pollo y champiñones con salsa de zanahoria

Los fines de semana que se tiene más tiempo, yo los dedico a hacer platos un poco mas elaborados. Hago bastante cantidad, aunque seamos solo dos a comer porque o bien repetimos al día siguiente (una manera de ahorrar un poco de dinerito en la cesta de la compra) o bien congelamos, salvándonos de un apuro de vez en cuando.

Este finde le ha tocado a las albóndigas. Son fáciles de preparar, solo son un poco laboriosas con eso de hacer las bolitas y la salsa. En este caso he elegido una receta de los blogs de hola.com, porque como ha hecho muy bueno tampoco quería pasarme toda la mañana del domingo cocinando y en este caso las hacía en olla exprés.  El blog se llama cocinando en un rincón del mundo, os dejo el enlace por si queréis echarle un ojo.  He variado algunos de los ingredientes y de la forma de elaboración porque a mi humilde entender me parecía que iba a quedar mejor.

El resultado ha sido inmejorable: las albóndigas muy suaves y sabrosas y la salsa, pufff… de esas que más vale que te quiten la barra de pan de delante porque si no te la ventilas de una sentada.

Ingredientes: (3-4 personas)

• 600-700 gr. de pechuga de pollo picada.
• 100-150 gr. de champiñones.
• 1 huevo.
• 1 cucharadita de ajo en polvo.
• Tomillo en polvo
• 1 cucharadita de pimentón dulce.
• 1 calabacín.
• 3-4 zanahorias.
• 1 cebolla morada.
• Vino blanco.
• Caldo de verduras.
• Sal.
• Pimienta negra.

Elaboración:

Lavamos bien y laminamos los champiñones, los marcamos en una sartén con un chorrito de aceite. En la receta original los pone en crudo, con el pollo picado, pero yo he decidido saltearles con un poco de tomillo seco. Mientras se van haciendo a fuego bajo, vamos picando la pechuga con el robot de cocina. La troceamos y la metemos en la picadora, de poco en poco, para que quede cortada de manera uniforme y no nos encontremos trozacos de pollo sin picar.

Vamos poniendo la pechuga picada en un bol junto con el ajo en polvo, el pimentón, el huevo. Los champiñones los añadimos una vez que hayan enfriado. Mezclamos todo bien.

A la hora de hacer las albóndigas, a mi me gusta que no sean  demasiado grandes, se hacen mejor por dentro y quedan más jugosas. A mí con esas cantidades me salieron unas 18-20 albóndigas. Lo mejor para no manchar mucho, es que para enharinarlas pongáis un poquito de harina en un vaso pequeño, cogéis un poco de masa la redondeáis con la mano y al vaso, lo tapáis con la mano y agitáis. No me acuerdo donde leí o vi esto pero la verdad es que mucho mejor así.

Una vez que tenemos todas las bolitas echas, las marcamos en la olla exprés con un chorrito de aceite. Las vamos haciendo de poco en poco y agitando bien la olla para que no pierdan la forma y se hagan más por un lado que por otro. Solo las damos un golpe de fritura, ya se terminarán de hacer en la olla con la salsa. Cuando las tengamos todas, las reservamos en un plato.

Para hacer la salsa pelamos la zanahoria y el calabacín y los troceamos en cuadraditos pequeños al igual que la cebolla. En el mismo aceite que hemos frito las albóndigas, a fuego bajo, salteamos las verduras. Añadimos primero la cebolla, cuando empiece a estar transparente incorporamos la zanahoria. Salteamos unos 5 minutos mas y agregamos el calabacín.  Salpimentamos y mantenemos a fuego medio hasta que estén blanditas. 

Añadimos las albóndigas, removemos bien. Cubrimos con el caldo de verduras y un chorrito de vino blanco. Cerramos la olla y una vez que haya cogido presión mantenemos, a fuego bajo, unos 15-20 minutos.

Una vez transcurrido el tiempo, retiramos de nuevo las albóndigas y pasamos la salsa por la batidora. Devolvemos la salsa a la cazuela, junto a las albóndigas y damos otro golpe de calor, unos 5 minutos a fuego bajo, para que se asienten los sabores.

Este es uno de esos platos que recién hechos están buenos, pero al día siguiente…MUCHO MEJOR!!!

Espero que os guste y a disfrutar de esta tarde de domingo de sol y paseo.